Hace días, mi madre iba pasando por la calle; cerca estaba un vecinito, que estaba con un dedo en las fosas nasales; el vecinito al ver que mi madre le estaba viendo le dice con su suave voz, mientras sacaba el dedo de su nariz; y este moco negro ¿lo boto? A lo que mi madre responde si bótalo, el pequeño boto su moco negro.
Cuando estamos pequeños, comemos tierra, mocos, mangos con lodo y otro sin fin de boca que nos llevamos a la boca, porque ser niño es vivir, es soñar, ser inocentes y a veces preguntar si nos podemos comer los mocos.
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